martes, 30 de octubre de 2012

Jornadas de Reconocimiento a la Herencia Indígena: Tradiciones con origen indígena

Jornadas de Reconocimiento a la Herencia Indígena: Tradiciones con origen indígena 

Tradiciones con origen indígena. Parte I


Una gran cantidad de danzas tradicionales se identifican en las diferentes partes de las regiones que integran nuestra tierra, el teatro popular y de calle se hizo presente en nuestras comunidades desde tiempos remotos. En estos bailes y danzas encontramos elementos característicos de nuestra cultura como son la interacción de la herencia europea con la herencia indígena, distintos rituales y creencias se sincretizan en ceremonias y danzas con fines místicos y recreativos.  Las comunidades venezolanas generación tras generación hacen parte de la memoria colectiva con estas tradicionales danzas, que recrean hechos históricos, mitos, leyendas o anécdotas de las generaciones anteriores que le dieron forma. Cada una tiene sus características, pero entre si guardan la esencia del venezolano mestizo, alegre, creyente y comunitario.

En esta ocasión se aluden a tres danzas o bailes típicos de diferentes regiones de Venezuela, todos son conocidos y apreciados, representan nuestro mestizaje, nuestro brillo y nuestros orígenes, se trata del Sebucán, Las Turas, La muñeca de la calenda, El Esputón y el Maremare.



El Baile de las cintas o Sebucán


Este es un baile que se acostumbra hacer en diversas regiones del país, se le suele llamar las cintas o el palo de las cintas. En oriente y Guayana tomó nombre de Sebucán. 


El Sebucán es un baile que se acostumbra ejecutar en diferentes partes del país, se le suele llamar las cintas o el palo de las cintas. En oriente y Guayana tomó nombre por asociación con el tejido indígena usado como exprimidor-colador de la "catebría" (yuca amarga rallada), pues se parece al tejido que se hace con cintas en el palo ceremonial.

La danza realmente proviene de Europa, se cree que su origen es de Cataluña, pero nosotros tenemos un baile que es la aplicación final del culto al árbol allá celebrada. En el viejo continente este baile consistía en danzar alrededor de un árbol o rama adornada especialmente en los rituales de la llegada de primavera, llamada Palo de Mayo o Árbol de Mayo; a lo cual nosotros llamamos Sebucán o palo de cintas. El traslado de esta danza a Venezuela ha permitido una expresión nacional que se convirtió en autóctona, no solo por la música y el texto, que son originales sino porque se ha vuelto una tradición más nuestra, mezclándose con una representación teatral que alude a la conquista.

El Sebucán su nombre proviene de los indígenas, porque estos tejían sebucanes para exprimir la yuca, es un baile tradicional venezolano que realiza un grupo de personas alrededor de un palo del que cuelgan muchas cintas, las cuales tejen los bailadores al son de la música de un conjunto criollo. Unos avanzan hacia la derecha y otros hacia la izquierda, de manera que también se crucen las cintas que sostienen, formando un tejido. Al terminar, los danzarines vuelven a bailar en sentido contrario para deshacer el tejido anterior. En Venezuela se practica tanto en el Oriente de país, como en Chachopo en el estado Mérida donde se incorpora como parte del baile de San Benito, en esta región se llama Giros de San Benito.






EN BAILE DEL SEBUCÁN:

Los participantes son hombres y mujeres. Los primeros lucen sombrero de palma, franela a rayas, pantalón caqui y alpargatas. Las damas ostentan faldas amplias y floreadas, blusas y alpargatas que combinan con el traje.

Bailan alternados hembras y varones alrededor de uno de los integrantes, quien, colocado en el centro del corro, mantiene firmemente apoyada a tierra, por uno de sus extremos, una larga y gruesa vara de cuya parte superior penden cintas de varios colores que los celebrantes sostienen del extremo libre y tejen y destejen con singular maestría, al tiempo que entonan versos alusivos a la diversión.

Los instrumentos musicales son el bandolín, el cuatro, el furruco y las maracas. La diversión comienza cuando los componentes del séquito se mueven rítmicamente, unos a la derecha y otros a la izquierda, cruzándose entre sí con el fin de llevar a cabo el tejido del sebucán.

Cantan cuartetas cuyos versos se repiten por pares, pero con cierta variación en la melodía. Las estancias entonadas son de este tenor:


El tejer el sebucán
es de gran facilidad,
pero para destejerlo
está la dificultad.

(bis)

Este lindo sebucán
se abre como un paraguas;
tiene cintas de colores,
en el medio la encarnada.

(bis)

Nosotros somos los indios,
los indios de Pariaguán
que venimos a bailar
este lindo sebucán.

(bis)


El que quiere aprender
a tejer el sebucán
fijándose en nosotros
en seguida aprenderá.

(bis)


El Sebucán es una especie de prensa en forma de cesta alargada, con un tubo tapado en uno de los extremos, hecha de bejuco de mamuare (especies de Genoma  que se utiliza en el oriente y en el Sur de Venezuela para exprimir la yuca rayada y sacarle el yare (juego venenoso); con la sustancia sólida que resta se prepara el casabe. En la parte superior el sebucán tiene un asidero, y en la inferior, que está cerrada, remata un arco pequeño del mismo material de donde pende el peso que se emplea para llevar a cabo la operación de extraer el jugo de la yuca rallada.

En los Andes y en otras regiones del país la diversión del Sebucán que conoce indistintamente con los nombres de Baile de las Cintas y palo de las Cintas.


Presentación del Sebucán en la UEPP "Julio Velutini". Parroquia Altagracia


El Maremare


Esta danza de origen indígena que se ejecuta en honor a los difuntos (Acatompo) ó a un visitante ó la naturaleza, hay distintos maremares en cuanto a la música pero en cuanto al bailes todos son iguales. La letra del canto del maremare son producto de la improvisación, la danza consiste en pasos hacia adelante y hacia atrás, con algunas complicaciones adicionales. Los instrumentos utilizados en este baile son las maracas, la flauta de pan y el carrizo, los hombres visten guayucos y las mujeres túnicas largas.

El Maremare (Oriente) 

El Maremare es uno de los más conocidos bailes populares venezolanos de nuestros ancestros aborígenes y que se ejecuta en la zona oriental del país, entre los cuales se encuentra Anzoátegui. En las comunidades Kariña de esta área venezolana, el 2 de febrero, día de Nuestra Señora de la Candelaria se realiza este ceremonial como carácter festivo. En los años 40 y 50  adquiere visos citadinos y es desarrollado en los ámbitos escolares principalmente, es desfigurado completamente de su esencia, en su música y hasta en su coreografía; lo que debe ser objeto de una cuidadosa revisión por parte de expertos para evitar la perdida de esta manifestación oriunda los pueblos indígenas caribe de nuestro país.

Salomón de lima, cronista de Barcelona, ubica a "el Guasey", comunidad perteneciente al distrito Monagas, como uno de los centros de mayor apego a esta manifestación cultural: "Es interpretado por los aborígenes de dicho pueblo, siguiendo las mismas costumbres originarias, por medio de pequeños grupos que aparecen formando un semicírculo mientras entonan un melancólico canto en su propia lengua, con el acompañamiento de unos instrumentos musicales confeccionados por los mismos y que denominan: Berecuse, Pictio, y Maré" estos instrumentos son las flautas de pan, hechas con carrizos. Elías Toro, en un libro suyo de viajes por Oriente, Guayana, y el Esequibo, dice que es un canto indígena "lleno de salvaje melancolía, monótono y extraño" (Elías Toro, POR LAS SELVAS DE GUAYANA, 1905: 114, cit., p. Alvarado)



En su propio lenguaje los indios cantan:

MAREMARE GUARAOTUMA
MAREMARE ONONAJÁ
MAREMARE GUABACORE
TIGUO, TIGUO PATCHACÁ 

Que traduce:

Si el maremare muere
Los indios lloran
Si el maremare no muere
Los indios no lloran.


Lisandro Alvarado explica que MAREMARE viene del caribe marimare que es el nombre indígena del cañafístolo burrero o cañaflota (Cassia grandis).

 Presentación del Maremare festivo



El Maremare Indígena (Kariña)


El Maremare (Akaatompo) es una danza que se realiza para conmemorar el fallecimiento de algún personaje o de un familiar. El baile no es muy variado y se fundamenta en pasos hacia delante y hacia atrás que se ejecutan al compás de la música.

En su origen se ejecutaba únicamente la flauta, pero actualmente se ha instrumentando también con maracas, cuatro y guitarra. Los músicos se colocan al centro de los danzantes y estos se toman por los hombros y la cintura, haciendo giros colectivos hacia la derecha y hacia la izquierda con cierta monotonía.

La fiesta se concluye al acabarse las bebidas, el kashiiri y el "vooku" es un “carato de yuca”. La vestimenta utilizada tiene rasgos indígenas y criollos: el hombre se viste con guayuco de tela y camisa corriente, las mujeres usan un camisón largo a manera de bata, llamada “sayal” o Bata Kariña, estas son unicolores pero de color variado para cada bailadora, rematada en faralaos tanto en la parte superior como en la inferior y adornada con cintas de colores, el hombre emplea un especie de paño terciado por las caderas llamado “pentú o landilla”, todos en color azul índigo o marino adornado en los bordes con cintas multicolores que semejan los colores del arco iris, tanto el hombre como la mujer llevan una especie de banda alrededor de la cabeza y a la altura de la media frente llamado penti, elaborado con fibra de moriche trenzado o tejido a la manera del tejido de la cestería típica del lugar.


Origen Histórico y Ubicación Geográfica


En la Mesa de Guanipa en el sur del Estado Anzoátegui, los 16 de julio de cada año, se reúne las comunidades indígenas Taskabaña, Kashaama, Bajo Hondo, Mapiricure, para festejar el día de su Santa Patrona de Nuestra Señora del Carmen, brindándoles oraciones, cantos y ofrendas de diferentes índoles como acción de gracias por los favores concebidos, sea por la cosecha, por la salud de los enfermos, por la prosperidad de la población y la supervivencia del pueblo Kariña.

En esta festividad los Kariña realizan, exposiciones y muestra de sus costumbres y tradiciones ofreciéndole a la comunidad que lo visita instrumentos musicales, gastronomía y artesanías, todas estas elaboradas por ellos mismos.

Una de las costumbres y tradiciones más arraigadas entre lo Kariña, es realizar en comunidad la Danza del Mare Mare Kariña festivo, una danza hecha en honor a la virgen con alegría, fe y mucho amor.

Música e Instrumentos Musicales

La música de esta danza, es realizada y escrita por los mismos Kariña quienes en cada canción describen alguna anécdota, versos de agradecimientos, oraciones o hechos ocurridos en la población o cosas hechas por una persona de la misma. Estas letras son escrita en el idoma Kariña (lengua Caribe) acompañado con los siguientes instrumentos musicales: cuatro, guitarra y tambor.

Vestuarios


Las Kariña (damas) para bailar el Mare Mare utilizan una Bata Kariña, llamada en idioma Kariña Naava Rumuera de diversos colores, estos colores son los colores reflejados en el arco iris; llevan en la cabeza una cinta ancha roja con pequeñas cintas de diferentes colores a los lados o hechas con moriche; collares de semillas como: peonía, pepa de zamuro, guayacán, pericoco, entre otros, estas semillas son propias de la región.

Los Kariña (caballeros) utilizan una Holandilla, llamada en idioma Kariña “Pentú”, de color azul marino, con dos o tres cintas de diferentes colores alrededor del pentú; en la cabeza llevan cintas de Moriches y collares de semillas.

Pasos y Figuras

Esta danza posee diferentes pasos, a continuación se nombran y se describen algunos de estos:
1.     Adelante y atrás:
a) Colocando los pies juntos
b) El pie derecho se mueve hacia delante y luego el izquierdo lo sigue, hasta quedar los pies juntos.
c) Luego el pie izquierdo se mueve hacia a tras y el pie derecho lo sigue, hasta quedar los pies juntos.
2.     Corrió: el pie derecho se mueve hacia delante, luego el izquierdo, avanzando hacia delante, realizando lo mismo cuatro veces, o las veces que sean necesarias.
3.     Brincadito:
a) Colocando los pies juntos
b) El pie derecho se coloca delante y se golpea el piso dos veces y regresa hacia a tras.
c) Luego el pie izquierdo repite la misma acción.    
4.     Hormiga:
a) Se coloca los pies juntos.
b) El pie derecho avanza adelante y luego el izquierdo, se toman de la mano y forman un tren realizando la figura de una “S”.
5.     Circulo:
a) Se abrazan todos formando un círculo, se desplazan y giran cruzando el pie izquierdo hacia la derecha dando una vuelta completa, luego giran en dirección de la izquierda con el pie derecho.
6.     Punta de Diamante:
Forman grupos de cuatro máximo, en forma de circulo con los punteros se colocan horizontalmente mirando hacia el frente giran hacia la derecha hasta dar la vuelta completa; seguidamente, cambia de punta del por grupo y giran realizando el mismo procedimiento pero hacia la izquierda.  

 Baile del Maremare Kariña



El “Akaatompo” el ritual fúnebre de Kariña-Venezuela

Los Kariñas, pueblo indígena conmemoran la memoria de sus ancestros y difuntos en una festividad llena de bailes, cantos y ofrendas denominada Akaatompo.

La celebración de los recuerdos que se conservan de los fallecidos es una costumbre ligada a manifestaciones mortuorias, arraigadas a distintas culturas del mundo desde tiempos inmemoriales.

Los indígenas mexicanos festejaban la vida de sus ancestros desde la época prehispánica. Algunos estudiosos sostienen que la celebración, que se efectuaba 2 veces al año, incluía tanto el levantamiento de altares como ofrendas de alimentos, bebidas y sacrificios.

El rito fue “modificado” con la llegada de los conquistadores españoles, quienes combinaron sus costumbres católicas, asociadas al Día de Todos los Santos y de los Fieles Difuntos, con las manifestaciones mortuorias aborígenes.

El resultado es la festividad actual conocida como Día de Muertos (02 de noviembre), proclamada en el 2003 como patrimonio oral e intangible de la humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO, por sus siglas en inglés).

La celebración tiene como esencia facilitar el retorno de las almas a la Tierra después de la muerte, ayudado por los familiares del difunto, quienes preparan altares en su vivienda o el cementerio, a los que incorporan flores y los alimentos favoritos del muerto.

Esta práctica no es exclusiva de las comunidades de origen mexicano. En Venezuela, el pueblo indígena Kariña revive a sus ancestros los primeros días de noviembre, cuando, en medio de cantos, bailes y convites, los muertos caminan en la tierra y regresan a sus casas para el Akaatompo.



Tradición viva

Los kariña son un pueblo indígena, perteneciente a la familia lingüística Caribe, asentado en el estado Anzoátegui y la parte norte del estado Bolívar, aunque también existen pequeñas comunidades localizadas en otros estados orientales como en el estado Monagas.

Con una población estimada en más de 16 mil habitantes, de acuerdo a las proyecciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) con base en el Censo de Población y Vivienda de 2001, los kariña conservan aspectos relevantes de sus tradiciones como el baile Maremare y el Akaatompo, además de su lengua indígena.

A diferencia de la celebración mexicana de muertos, durante el Akaatompo, grupos integrados por hombres y mujeres de la comunidad visitan las casas del sector, donde son tomados como la representación de los fallecidos y agasajados con los alimentos preferidos del ausente.

En un área libre de la residencia familiar, los recién llegados bailan el Maremare, danza kariña ejecutada por bailarines, que se disponen en varias filas de 3 o más miembros, y dan pasos cortos hacia adelante y atrás, mientras simultáneamente giran en círculos al compás de la música.

En la celebración se emplean la entonación de cantos por parte de los visitantes, que van acompañados por músicos o con las palmas.

La principal actividad económica de los Kariña es la producción de yuca, maíz, ají dulce y sorgo, además de la ganadería, la caza y en menor escala, la pesca. Muchos de ellos también trabajan, como mano de obra asalariada, para las industrias petroleras instaladas en la región.

En cuanto a su cultura y religión se ha de considerar el mare-mare, que es un baile festivo, posee dos condiciones, el propiamente festivo de divertimento, sin motivo especial para su ejecución y El Akaatompo o - maremare para los difuntos, también llamado del día de los muertos- es la festividad más importante de los Kariña, se celebra el 1 y 2 de noviembre. Los Kariña tienen un dios, un espíritu llamado Capuano, "El Señor de Todo". Creen también en la religión católica, pero de manera dispersa.

Las Turas (Ayamán)  


Es un baile típico mágico-religioso de origen indígena, pueblo Ayaman,  que se celebra a fines de septiembre de cada año en localidades de Lara y Falcón. La finalidad de este baile y ritual es agradecer a la naturaleza por los beneficios recibidos por la abundante cosecha obtenida. La danza consiste en formar una ronda de varias parejas acompañados de ritmo musicales producidos con tallos de bambú, cráneos ó cuernos de venado y las maracas, que desde sus comienzos han tenido una connotación mágica en las celebraciones indígenas.

El 23 y 24 de septiembre, día de la Virgen de las Mercedes, se lleva a cabo en los pueblos de Mapararía y El Tural, al sur del estado Falcón, la fiesta y danza ritual de Las Turas.

Su ascendencia indígena es profunda, esta fiesta es organizada por una cofradía cuyas máximas autoridades son el Capataz y la Reina. La danza se ejecuta en diversos espacios abiertos. Los músicos tocan y danzan en círculo, rodeando un altar que contiene una cruz enmarcada por una estructura cubierta de palmas, de hojas de caña y plátanos, al pie de la cual se colocan velas encendidas. Tanto el marco como la base del altar llevan como ofrenda mazorcas de maíz, verduras, tubérculos y diversos frutos. Con diversos toques instrumentales. En ella se dejan escuchar dos "Turas" (hembra y macho), cachos y maracas. Algunos músicos ejecutan en pareja las "Turas", dos flautas (hembra y macho) que dan su nombre a la fiesta. Otros participantes danzan mientras tocan una maraca y soplan los "Cachos", unos silbatos hechos con cráneos de venado. También danzan hombres y mujeres agarrados por la cintura, imitando voces de diversos animales.



El Pueblo Ayamán o Iyit

El reconocimiento oficial por el Gobierno Bolivariano de la identidad ancestral del pueblo ayamán, al expedírseles en su hábitat la cédula indígena venezolana, acción que les abre las puertas al ejercicio y disfrute de sus derechos étnicos, territoriales (demarcación) y tradicionales, consagrados en la Constitución Bolivariana y en la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, que definen a los indígenas ayamán como ciudadanos que conforman una de las culturas originarias “constitutivas de la venezolanidad”, localizados geográficamente, después de sucesivas y seculares migraciones, en los estados Lara, Falcón y Portuguesa.

El Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería, SAIME, del estado Lara, en alianza con el Consejo Nacional Indio de Venezuela, CONIVE, adelantaron en corresponsabilidad con las autoridades tradicionales indígenas, las acciones de Censo y Registro de las comunidades ayamán en el estado Lara, que dieron origen a las Jornadas de Cedulación Indígena.

El pueblo ayamán, autodenominado como “Iyit” (gente), fue reconocido oficialmente en la Ley como pueblo indígena apenas en el año 2005, algo más de 130 años después de que sus territorios y “resguardos indígenas” fueran desconocidos, anulados y repartidos entre la oligarquía latifundista amparada por los gobiernos de Guzmán Blanco, en las últimas décadas del siglo XIX. De ese modo, liquidados los resguardos indígenas ayamán, el Estado guzmancista desconocía a los dueños de la tierra del norte del estado Lara y sur del estado Falcón, que desde entonces, por la metamorfosis capitalista, se convertirían de indígenas en peones y campesinos de los numerosos hacendados y gamonales que los despojaron paulatinamente de sus territorios ancestrales.

Sin embargo, la resistencia étnica y territorial de los ayamán ha sido distintiva. La crónica colonial “Historia Indiana” escrita por el alemán Nicolás de Federmann, relata una de las “entradas” o expediciones de conquista de los welser y españoles que partió de Coro en septiembre de 1530, derivando hacia el sur y atravesando el territorio del actual centroccidente venezolano, “descubriendo” entre otras poblaciones originarias, la existencia de la ancestral (y no reconocida por la Historia Oficial) ciudad de Barquisimeto, que contaba entonces con 23 localidades o aldeas y 30 mil habitantes caquetíos, todo esto 22 años antes de su fundación colonial por el español segoviano Juan de Villegas. Los ayamán reciben a la expedición germano-española el 27 de septiembre de 1530, ubicados estratégicamente en posición guerrera, en las montañas al sur de Siquisique y del río Tocuyo, “en número de 600, lanzando grandes gritos, soplando con los cuernos (de venado) como acostumbran hacer en la guerra y disparando flechas sobre nosotros” según relata Federmann. Esa acción de resistencia bélica ayamán en la serranía de Parupano, atestiguada por los conquistadores, constituye en la otra y verdadera historia de los pueblos indígenas, la primera “guazábara ayamán” contra los invasores europeos, la guazábara de Parupano.

Algo más particular otorga la reflexión histórica al reconocimiento de los ayamán, creadores de la Danza de Las Turas y de la alquimia del cocui; pues esta nación de origen macro-chibcha, según los historiadores Ramón Querales y Renato Agagliate, podría haber arribado a Venezuela desde la América Central en oleadas migratorias de 12 mil a 14 mil años a.d.p (antes del presente), precediendo a las naciones arawak y caribe, que penetraron el territorio venezolano, mucho después, por vía fluvial, desde el río Orinoco. En ese sentido son esclarecedores los estudios sobre poblamiento del antropólogo y arqueólogo J. M. Cruxent y del biólogo C. Ochsenius, en los territorios de Taima-Taima, Muaco Río Pedregal y otros, identificando en el estado Falcón a los primeros pobladores del territorio venezolano, y definiendo también a la fauna y flora xerófila, similar a la del semiárido actual.

La persistencia geocultural de los “Iyit” en esos territorios estudiados por la Arqueología y la Antropología, hace lógico presumir que los ayamán contemporáneos, capitaneados en el Cerro de Moroturo por Alejandro y María Perozo, constituyen los descendientes de una estirpe milenaria y de un pueblo arraigado ancestralmente, desde hace al menos 12 mil años en el actual territorio venezolano, constituyéndose en los primeros pobladores de la Nación, la identificación y cedulación indígena y oficial del pueblo ayamán, fue simultáneamente, el reconocimiento de las profundas raíces originarias que constituyen nuestra genealogía, multiétnica y pluricultural, y de una venezolanidad marcada indeleblemente por la naturaleza y el acervo indígena.

Los ayamán o Inyit, ahora reconocidos por el Estado como cofundadores de la venezolanidad, encauzarán sus acciones hacia la reconstitución de sus derechos usurpados tantos territoriales como culturales. Asimismo a la recuperación de su economía agrícola ancestral: el maizal, de “hombres y mujeres de maíz”, base de su cosmovisión y cultura originaria.



El Espunton (Oriente) 

En las navidades se cumple este ceremonial es la población de Caigua, Anzoátegui y consiste en que "un grupo de danzarines aborígenes precedidos por un sujeto armado de una lanza enastada y de otro que acompasadamente iba tocando un vistoso tambor, aparecían en escena dando grotescos saltitos y reverenciando a un elemento, que haciendo las de Cacique Caigua, se encontraba sentado en el suelo con ambas piernas cruzadas. De inmediato el grupo rodeaba al Cacique y comenzaba a entonar un melancólico canto en su propia lengua" (Salomón de Lima. Apalcuar. 1970:135). 
El Espuntón es una  danza que se ejecuta el 6 de enero. Consiste en una danza de salutación al Niño Jesús, al que pasean por todas las casas. La fiesta se acompaña con música y cohetes. Con la salutación al Niño Jesús, al cual pasean desde las 6 a.m. por todas las casas mientras se acompaña con aguinaldos, parrandas y cohetes, los habitantes visitan la casa del capitán mayor donde brindan y bailan hasta la noche. 
La celebración culmina con la entrega de “El Espuntón” a los nuevos organizadores de la fiesta entre los cantos del Mare Mare de Cumanagoto y la parodia del mismo.

Caigua es una población ubicada al norte del estado Anzoátegui, Venezuela. Era conocida como un poblado indígena con el nombre de Acaripacuar antes de ser fundada por el fraile Don Manuel Yangües. Es la capital de la parroquia Caigua del Municipio Simón Bolívar de ese estado,  fundada el 24 de marzo de 1667 por el fraile Don Manuel Yangües quien catequizó a un grupo de naturales que se encontraba bajo el mandato del cacique Caigua. Es por este indígena que el asentamiento lleva tal nombre.


Danza de El Esputón




LOS ENANOS Y LA MUÑECA DE LA CALENDA: 

Esta tradición consiste en fabricar una muñeca de tres metros de altura aproximadamente, que se viste con harapos. Alrededor de ella se hacen dos danzas. La primera representa a los indígenas que, se dice, de esta manera agradecían al indio Che (una especie de líder con poderes sobrenaturales), por las buenas cosechas, y la segunda danza es de unos enanos (hombres que se pintan caras en el abdomen para simular la baja estatura), quienes se burlan de los colonizadores. (Jesús Montilla)
Es una tradición que se celebra principalmente en el estado Trujillo, producto del mestizaje entre una costumbre de herencia indígena y otra de herencia europea. Se celebra en el mes de diciembre al concluir las misas de aguinaldo.
Se dice que este baile proviene de una tradición que formaba parte de los ritos de los indígenas Timoto-Ciuca que habitaban lo que actualmente son los pueblos de Santiago y San Lázaro.

La danza empieza con un preludio en el que participan cinco actores: cuatro en el papel de indios y uno como piache. Todos realizan una serie de movimientos que simulan un acto ritual en el cual el piache aparece con una caja, que tiene en su interior una calabaza y un anafre con brasas ardiendo.

La segunda parte se inicia con la entrada de los enanos, quienes efectúan diferentes coreografías hasta la aparición de la Muñeca de la Calenda, la cual al entrar en escena comparte diferentes movimientos con éstos y el público.

Se trataba de un rito cabalístico para alejar los males producidos por la sequía y las plagas. La danza es una pantomima en la que se emite una alegría desmedida junto con una gran melancolía: la expresión de la muñeca Calenda muestra en su rostro un fiel retrato de la desolación. A su alrededor danzan los enanos de caras grotescas en frenético ritual, con el acompañamiento del tambor rústico, cuatro, maracas, bandolina, pandereta y violines.


La muñeca de la calenda: Historia

Tiene su origen de acuerdo a testimonios orales, con la llegada de los españoles, en los grupos indígenas Timoto-Cuicas quienes realizaban una danza cuyos principales personajes son unos enanos que danzaban durante toda la noche. La característica primordial era la pintura en el abdomen, luego se les unía al día siguiente una gigantesca muñeca. 
El ritual con sus diferentes pasos se explicaba como un rito cabalístico, la fantásticas figuras que simulaban grotesca apariciones, producía valentía a los integrantes del pueblo, que luego se incorporaban a la frenética danza bebiendo zumos de frutas fermentadas que ellos mismos fabricaban; al amanecer del día siguiente la representación de la muñeca era una figura con una cara tétrica, construida con una totuma seca a la cual se le hacia huecos de tal forma que simulaban los ojos, la nariz y la boca que le daba una cadavérica expresión. La ceremonia en torno a la muñeca de la calenda significaba por una parte las tragedias o males sufridos por los espíritus malignos y otros tipos de fenómenos que ésta contribuiría a ahuyentar. Para los indígenas era una Diosa a la cual se le debía rendir un homenaje para celebrar las fiestas del maíz, siendo una invitación a la satisfacción desmedida por la cosecha obtenida, comandada dicha fiesta por el Piache (el guía espiritual del pueblo).

En relación a la promoción cultural de la muñeca de la calenda tiene sus orígenes en San Lázaro y Santiago, en la Noche Buena una vez terminada la misa de aguinaldo. Sin embargo de acuerdo a lo expresado por los Valecillos (1992), la promoción cultural de la muñeca calenda se ha proyectado por toda la geografía Trujillana y fuera de ella, estado Mérida. Es por ello que para su difusión se aprende por parte de los docentes una serie de actividades las cuales según Perdomo (1999) se basan en:

  • Organización de los Instrumentos: Pitos y tambores.
  • Organización del grupo: El Piache, Indígenas, enanos, la muñeca.
  • Ensayo del Baile: El Baile se inicia con cinco actores los cuales a través de movimientos, buscan simular un acto ritual, el Piache realiza sonidos guturales y saltos para dar la idea de estar en comunicación con los Dioses y espíritus. Luego que los enanos realizan figuras y saludan, la muñeca hace su entrada bailando libremente y siguiendo la figura de los enanos.
  • Participación de la comunidad: Para la proyección y participación dinámica.
  • Medios de Comunicación: Utilizados para la difusión y convocatoria al ritual.
  • Pertinencia: Al asumirla y trasmitirla de generación en generación.
  • Valores: Porque se obtienen experiencias valiosas de las costumbres de la región.
  • Tradición: Porque significa hechos sociales.
  • Continuidad: Para la pervivencia de la tradición. 
Estas manifestaciones que fueron asumidas por los habitantes de estas poblaciones como proceso de identidad, y los trasmitieron a los pobladores de otras comunidades con ese carácter de pertenencia, de compromiso colectivo con la finalidad que se incorporen al desarrollo y difusión de esta tradición en las comunidades donde se practican.


Los Timoto-Cuicas 

En el período prehispánico las tierras del actual estado Trujillo estaban pobladas por los Timotocuicas, de moderada importancia cultural en el continente. Los timoto-cuicas representaron los grupos indígenas del territorio venezolano que estaban relacionados con la cultura chibcha (los muiscas) de los Andes. Se localizaron en los estados de Mérida, Táchira y Trujillo, donde construyeron aldeas de piedra y barro. 
Estaban formados por distintas tribus: timotos, capachos, taribas, cuicas, guitas, chacopos, entre otros. Desarrollaron la agricultura de regadío en terrazas construidas en las áreas montañosas, donde cultivaron la papa, el cacao, el maíz, el tabaco y el ají. Domesticaron animales. Realizaron intercambios comerciales con mantas, alfileres, etc. Utilizaron como moneda las semillas de cacao. Usaron sistemas de riego y construían andenes (terrazas) para evitar la erosión. Conocían la cerámica ― fueron excelentes alfareros ― y elaboraron objetos de oro. También eran textileros. 
Practicaron el comercio con otras comunidades indígenas, mediante el intercambio de sus artesanías por productos y frutos como el algodón y la sal. 
De acuerdo con algunos estudios, se cree que los timotocuicas practicaron el trueque con los arahuacos y los caribes, al parecer, no sostuvieron grandes enfrentamientos pues, de haberlos tenido habría desaparecido la población de estas comunidades. Sin embargo, sí sometieron a otros pequeños pueblos, que comenzaron a depender de ellos, sobre todo en el campo lingüístico. El jefe de este pueblo indígena era el varón más anciano y con mayor experiencia en la agricultura. No eran guerreros, sin embargo, se protegían tirando piedras. Usaban veneno como armas de guerra y enterraban vivos a sus prisioneros. No existía diferenciación social marcada. Los sacerdotes tenían una cierta importancia dentro del pueblo. Antes del matrimonio, el novio debía residir en la casa de la novia. Existía entre ellos la división del trabajo.

 Ver vídeo de grupo escolar presentando el baile de la calenda:



Fuentes:


Audios sobre:

Las Turas:


Pueblos Originarios TV:







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lunes, 22 de octubre de 2012

PERIODOS ARQUEOLÓGICOS INDIGENA DE VENEZUELA

PERIODOS ARQUEOLÓGICOS INDÍGENA DE VENEZUELA. La visión del positivismo científico 


De 15.000 años antes...


INTRODUCCIÓN


El hombre venezolano tiene una existencia de aproximadamente 15 siglos, como quiera que la historia de Venezuela no comienza con la llegada de las naves de Cristóbal Colón, sino con el arraigo del llamado Homo venezuelanensis que ha venido evolucionando, lentamente en los primeros años, y luego arrolladora y definitivamente incorporado al progreso y a la civilización occidental a partir del mestizaje con la herencia europea y africana.


El hombre venezolano, tal como respira, vive, siente y actúa en nuestros días, se viene formando desde el siglo XVI. La gente de este siglo, con el desarrollo de las instituciones políticas, económicas, administrativas y culturales, trasplantadas de España, y con la aplicación, en cierto modo, de la Ilustración, preparó a los hombres y mujeres del siglo XIX, que bien pudiera llamarse el “siglo de oro” de Venezuela, según la concepción occidental.


El origen del hombre indoamericano se ha discutido durante siglos. Descartada por los científicos la teoría del paleontólogo argentino Florentino Ameghino, que seguía la idea de que el hombre —el hombre universal— era originario de América, lo más acertado es hablar de un poblamiento múltiple. El hombre llegó a estas tierras desde lejos, en oleadas sucesivas, hasta asentarse definitivamente.


Específicamente en Venezuela, la aparición del hombre data de hace unos 15.000 años. En el estado de Falcón se hallaron restos de animales ya desaparecidos, como mastodontes, megaterios o gliptodóntidos. Hace unos 6.000 años aparecieron en occidente del país los recolectores de conchas marinas, que luego pasarían a oriente.

El poblamiento del territorio fue hecho por diversas oleadas. Mientras en algunas regiones, había pueblos de una cultura considerada avanzada, en otras sus habitantes eran considerados más rudimentarios. El grado de desarrollo estaba determinado por la creación de herramientas de trabajo para el cultivo de la tierra y para asentarse en un determinado tipo de suelo que generara su manutención.



PALEOINDIO
15000 A 5000 a.C.
Se calcula que en esta etapa se inicio el poblamiento de nuestro territorio. Los primeros grupos humanos procedían del Amazonas, los Andes y el Caribe, y se dedicaron a la caza, la pesca y la recolección. Estos pueblos eran nómadas y vivían en cuevas. Sus instrumentos de caza eran fabricados con piedra, huesos y conchas marinas.
MESOINDIO
5000 A 1000 a.C.
Durante este periodo, los aborígenes se asentaron en aquellas regiones donde podían obtener más provecho de los recursos naturales mediante el trabajo comunitario, como las riberas de los ríos Orinoco y Amazonas y en los llanos, Algunos grupos aborígenes comenzaron a practicar el cultivo de maíz y yuca de manera itinerante.
NEOINDIO
1000 A 1500 d.C.
Se caracterizó por la organización de los grupos humanos en aldeas cuyas viviendas eran muy variadas. Estos grupos estaban dirigidos por una máxima autoridad: “el cacique”. Cultivaban tubérculos como la yuca y la papa. La agricultura avanzó a tal grado que se han hallado vestigios de obras de calzadas en los llanos y de almacenamiento en los Andes. Practicaron la navegación en canoas, lo que les permitió el intercambio de productos.
INDOHISPANO
1500 HASTA NUESTROS DÍAS
Comprende la etapa que se inicia con el contacto entre los aborígenes y los españoles hasta nuestros días. La mayoría de la población la conformaban los caribes, quienes se localizaban en las áreas costeras. Con la Conquista se ini-ciaron los enfrentamientos y hostilidades entre españoles e indígenas, que diezmaron gran parte de la población autóctona. En esta etapa comenzó el proceso de mestizaje entre indígenas, españoles y negros.


Culturas prehispánicas venezolanas



POBLAMIENTO DEL TERRITORIO


La gran mayoría de los investigadores que ha estudiado el pasado indígena venezolano han coincidido en que el poblamiento de nuestro territorio se produjo a .través de oleadas humanas provenientes del sur del continente hace aproximadamente 15000 años.

  • La primera oleada de poblamiento estuvo integrada por pequeñas hordas de cazadores y recolectores de raíces y frutas silvestres, que se movilizaban de un lugar a otro en búsqueda de alimento. Por esta razón, no construyeron viviendas estables y sólo dejaron algunos rastros de su paso, como instrumentos de hueso y piedra.

  • Posteriormente, se produjo una segunda oleada de pescadores, cazadores y recolectores de conchas marinas, que se localizaron en pequeñas aldeas en la cuenca del `lago de Maracaibo, donde construyeron palafitos. Estos grupos aprovecharon la palma de moriche Para la fabricación de sus viviendas e instrumentos de trabajo.

  • Esta segunda oleada poblacional se produjo hace 10 000 años aproximadamente y, a diferencia de los primeros grupos, dejó numeroso. vestigios arqueológicos constituidos por restos de conchas marinas instrumentos de huesos y espinas así como objetos de piedra.


  • Luego, hace unos 4000 años, ingresó una tercera oleada proveniente de comunidades arawacas que se desplazaron desde el sur del continente americano, y se extendieron por todo el territorio venezolano, organizadas en pequeñas aldeas.

  • Una cuarta oleada estuvo integrada por comunidades de origen chibcha que se desplazaron desde el territorio que hoy forma parte de Colombia hacia los Andes venezolanos. Estas comunidades representadas por los timotes y los cuicas, se organizaron en pequeñas aldeas agrícolas, y llegaron a constituir el grupo más avanzado desde el punto de vista cultural, Finalmente, una quinta oleada de comunidades de lengua caribe, procedente de Centroamérica y el mar de las Antillas, llegó a las costas venezolanas.
Los caribes se localizaron en las costas orientales y centrales de Venezuela, donde formaron comunidades agrícolas.


Otros investigadores han señalado que los caribes provenían de la región amazónica y navegaron por la costa de Brasil hasta llegar a nuestro territorio, desde donde se extendieron hacia las islas antillanas.


Al momento cíe la llegada de los españoles a Venezuela. los caribes se habían convertido ven fieros guerreros que habían desplazado de la costa a casi todos los demás pueblos indígenas. También, los caribes fueron los indígenas que mayor resistencia opusieron al conquistador español.



EVOLUCIÓN CULTURAL


Según los estudios realizados por diversos antropólogos, así como los testimonios de restos arqueológicos encontrados en diferentes lugares del territorio venezolano, la evolución cultural de las comunidades indígenas de Venezuela se puede clasificar de la siguiente manera:


Formación preagrícola: integrada por pequeñas comunidades de cazadores, pescadores y recolectores de frutos silvestres y conchas marinas, que poblaron el territorio venezolano) entre 15000 y 1000 años a.C.


Formación agrícola incipiente: compuesta por comunidades que combinaron las actividades de caza, pesca y recolección con el cultivo elemental de frutos silvestres, como la yuca amarga. Estas comunidades. formadas por tribus, poblaron el territorio venezolano) hacia el año 1000 a.C.


Formación agrícola media: representada por aquellas comunidades que practicaron el cultivo en conucos familiares, donde sembraron maíz, fríjol, algodón, tabaco y otros frutos permanentemente. Estas comunidades desarrollaron también la cestería, la alfarería y el tejido como actividades complementarias. Ocuparon nuestro territorio entre el año 1000 a.C. y la llegada de los españoles al territorio.


Formación agrícola avanzada: integrada por las comunidades que practicaron una agricultura de regadío, con la construcción de terrazas, canales, estanques y almacenes de piedra y barro para guardar los excedentes de alimentos. Formaron aldeas permanentes en el piedemonte y valles andinos entre los años 1000 y 1500 d.C.


Formación indohispánica: representada por las comunidades que establecieron contacto con la cultura europea e incorporaron a sus formas de vida técnicas y costumbres de los europeos (1500 d.C. en adelante). El contacto de los aborígenes con los europeos y la incorporación de los negros africanos produjo el mestizaje cultural característico del pueblo venezolano, que se ha conservado hasta nuestros días. La evolución cultural de las comunidades aborígenes venezolanas se produjo lentamente mediante el intercambio entre diferentes grupos. Ninguna de las etnias o grupos indígenas asentados en el territorio actual de Venezuela logró alcanzar el grado de desarrollo que representaron otras culturas americanas como la de los mayas, los aztecas o los incas. En nuestro país la Conquista se logró con las encomien-das, las misiones y a través de la fundación de ciudades.




Petroglifos encontrados en el centro y sur de Venezuela

ÁREAS culturales indígenas



DISTRIBUCIÓN DE LOS PRIMEROS INDÍGENAS


De acuerdo con el historiador y antropólogo venezolano Miguel Acosta Saignes, la población indígena venezolana para el siglo XV se encontraba distribuida en 10 áreas culturales según sus semejanzas en cuanto a lengua y formas de vida:

Área de la costa caribe: formada por agricultores y pescadores que se extendieron desde el Orinoco hasta los estados Portuguesa y Lara; incluye a los Otomacos, Taparitas y parcialmente a los Yaruros, con tres subáreas: los Cumanagotos, Palenques y Caracas.

Área de los ciparicotos: integrada por pueblos de origen y lengua caribe que se localizaron en la costa oriental de Falcón.

Área de los arawacos occidentales: localizada en la región centro-occidental, en los actuales estados Falcón, Lara y Yaracuy, hasta la costa oriental del lago de Maracaibo. Sus principales representantes fueron los Caquetios.

Área de los Jirajaras y Ayamanes: formada por pueblos de recolectores, cazadores y pescadores de los llanos centrales y montañas de Nirgua, en Yaracuy. También incluye a los Axaguas.

Área de la Guajira: integrada por pueblos de recolectores, cazadores y pescadores que se localizaron en la península de la Guajira y la costa occidental del lago de Maracaibo. El origen de las pueblos guajiras corresponde a la cultura caribe, aunque algunos señalan que son de la familia Arawaca.

Área de los caribes occidentales: formada por pueblos de agricultores, cazadores y pescadores localizados entre la sierra de Perijá y el sur del lago) de Maracaibo. En esta área se incluyen los Motilones y los Bobures.

Área de los Andes venezolanos: integrada por pueblos agrícolas de gran desarrollo que poblaron la región andina. Procedían de la actual Colombia y sus representantes más importantes fueron los Cuicas, los Timotes y los Totuis.

Área de los recolectores, cazadores y pescadores: formada por diferentes pueblos independientes que se extendieron desde el delta del Orinoco hasta los llanos de Apure.

Área de los Otomacos: pueblos relacionados con las culturas de la América Central que se localizaron en los llanos bajos de Apure y en las riberas del río Orinoco. Entre sus representantes están los guamos, los Taparitos, los Otomacos y los Yaruros.

Área de la Guayana: formada por pueblos de origen Caribe que se localizaron al sur del río Orinoco y en lo que es hoy el estado Amazonas.





                                                                                       Pueblos actuales en Venezuela


Fuente:
http://html.rincondelvago.com/cultura-indigena-en-venezuela.html

También pueden consultar: