miércoles, 13 de febrero de 2013

Día de la Juventud, 12 de febrero


Se conmemora y celebra por el triunfo de la batalla ganada en esta fecha, el Día de la Juventud venezolana, en conmemoración de la Batalla de La Victoria, ganada ejemplarmente el miércoles 12 de febrero de 1814 por José Félix Ribas con jóvenes estudiantes del Seminario y de la Universidad de Caracas.

El 10 de febrero de 1947 la Asamblea Constituyente decreta que se celebre el 12 de febrero como el Día de la Juventud en Venezuela «en reconocimiento a los servicios hechos a la república por los jóvenes».

En todo el país se llevan a cabo actos conmemorativos del Día de la Juventud, pero los actos centrales de este día se realizan en la ciudad de La Victoria, estado Aragua, en la plaza principal que lleva el nombre del héroe que luchó en la gesta emancipadora José Félix Ribas, y en la cual existe el grupo escultórico integrado por el héroe y varios jóvenes que reciben instrucciones sobre el manejo del fusil.

Este monumento lo decretó el Presidente Raimundo Andueza Palacio (periodo presidencial 1890-1892), pero se vino a erigir durante el segundo gobierno de Joaquín Crespo (periodo presidencial 1892-1898), inaugurándose el 13 de febrero de 1895. El escultor realiazador fue Eloy Palacios.

Como un estímulo a la juventud creadora de Venezuela, el Ministerio del Poder Popular para la Familia otorga ese día la condecoración «José Félix Ribas» a los jóvenes que se han destacado en el año en diferentes áreas.



Monumento a José Félix Ribas y jóvenes que pelearon 
en la batalla de La Victoria, estado Aragua. 
Foto: Luis Duarte. Archivo: Proyecto Ciudad Compartida



LOS JÓVENES MÁRTIRES DE LA VICTORIA (BATALLA)



Con un puñado de universitarios y seminaristas, José Félix Ribas y Vicente Campo Elías se cubrieron de gloria al derrotar en La Victoria al ejercito de Boves y de Morales el 12 de febrero de 1814.



La batalla de La Victoria tuvo que armar a unos mil estudiantes de los colegios y seminarios de la ciudad y de los otros poblados vecinos, entre ellos 85 estudiantes del Seminario de Santa Rosa de Lima de Caracas. Antes de entrar en batalla, el general Ribas arengó a los adolescentes que lo acompañaban, finalizando con estas palabras:

Soldados: Lo que tanto hemos deseado realizará hoy: he ahí a Bovés. Cinco veces mayor es el ejército que trae a combatirnos; pero aún me parece escaso para disputarnos la victoria. Defendéis del furor de los tiranos la vida de vuestros hijos, el honor de vuestras esposas, el suelo de la patria; mostradles vuestra omnipotencia. En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República! (José Félix Ribas)

Después de haber dejado bien protegida a Caracas mediante la construcción de una «ciudadela» formada por 25 manzanas en tomo a la Plaza Mayor, Ribas reúne un puñado de jóvenes inexpertos en el uso del fusil, armados más que todo del coraje que inspira la defensa de la patria, y con ellos, que unidos a los soldados no pasan de 1.500, marchan a La Victoria a enfrentarse a las tropas realistas, que tienen unos 2.500 hombres.

La batalla comenzó a las siete de la mañana y duró todo el día en las calles de la ciudad. Los efectivos republicanos construyeron una impresionante resistencia al empuje de las tropas realistas. Al caer la tarde, la batalla aún no se había decidido por ninguno de los dos bandos. Cuando la refriega arreciaba, los patriotas reciben un refuerzo de 220 soldados de caballería a cargo de Vicente Campo Elías, procedente de San Mateo, lo cual fue suficiente para que con el empuje de Mariano Montilla, Sedeño, los hermanos Padrón, Campo Elías y el propio Ribas, se obtuviera el espléndido triunfo de La Victoria. Unos cien patriotas murieron, entre ellos el coronel Rivas Dávila. Horas después, los realistas se retiraron del combate. Boves no pudo dirigir la Batalla de La Victoria por encontrarse en Villa de Cura, postrado en cama, a raíz de haber sido herido en la Primera Batalla de la Puerta (3 de febrero del año 1814). El ejército patriota republicano contaba sólo 1.500 hombres, incluyendo el Batallón La Guaira que comandaba el señor coronel Ramón Ayala. Los efectivos realistas sumaban 4.000 hombres, a saber: 2.200 lanceros y 1.800 fusileros.

La de La Victoria fue una batalla que, si se atiende a la enorme diferencia numérica, era imposible que ganaran los patriotas; sin embargo, el coraje, el encendido patriotismo de Ribas, «airado e imponente como el ángel terrible de Ezequías», así como el oportuno auxilio de Campo Elías, lograron el milagro del triunfo, un triunfo que lo fue de la juventud que heroicamente se inmoló ese día en La Victoria. Esta batalla impide el intento realista de cortar las comunicaciones entre Caracas y Valencia.

Al día siguiente, como estímulo a esa juventud que se inmoló en La Victoria, el Libertador otorgó al hijo de José Félix Ribas, de apenas tres años de edad, el título de «Capitán vivo y efectivo de Infantería de Línea, con el goce de sueldo de tal desde hoy, y con la antigüedad del día en que empezare a hacer el servicio».

Ese mismo día, el Libertador, que estaba en Valencia, en una emocionada proclama, titulaba a José Félix Ribas «El Vencedor de los Tiranos en La Victoria».







José Félix Ribas (Caracas, 19 de septiembre de 1775 - Tucupido, Guárico, 31 de enero de 1815) Fue un ilustre militar venezolano, General en Jefe y prócer de la Independencia de Venezuela. Nació el 19 de septiembre de 1775 en Caracas, cuando la ciudad formaba parte de la Capitanía General de Venezuela , área administrativa del Imperio Español. Fue el último de once hijos de una familia distinguida de Caracas, que al igual que Simón Bolívar, pertenecía a la oligarquía criolla de la época colonial. Hijo de Marcos Ribas y Bethencourt y Petronila de Herrera; su padre nativo de la isla de Tenerife (Islas Canarias, España) , fue Regidor y Alcalde Ordinario del Ayuntamiento caraqueño. Era hermano del teólogo Francisco José Ribas. Se casó el 1 de febrero de 1796 con Josefa Palacios. Fue alumno del Seminario, se dedicó luego a labores agrícolas. Fue además, uno de los más apasionados los Bolívar y otros el principal grupo que apoyaba la independencia de Venezuela y su organización como República y cuyas gestiones desencadenaron la Revolución de 1810. Ribas formó parte desde el 25 de abril de la Junta Suprema organizada tras la deposición de Vicente Emparan para regir la Capitanía General. En octubre de ese año organizó una protesta pública como líder de los pardos caraqueños por la ejecución del 2 de agosto de 28 patriotas en Quito por las autoridades realistas. Participó igualmente en las acaloradas reuniones de la Sociedad Patriótica donde fue uno de los líderes radicales que apoyaba la independencia absoluta de Venezuela.

Juan Vicente Campo Elías (Soto en Cameros (La Rioja), Castilla la Vieja, España;1759 - San Mateo, Venezuela, 1814), coronel prócer de la Independencia de Venezuela. Hijo de Don José del Campo Elías y de Doña María Elías González, ambos de Soto en Cameros (La Rioja) y parientes. Aunque nació en España, a los 9 años ya viajó hacia América con uno de sus tíos, Don Hipólito Elías, que fue nombrado canónigo de la Catedral de Mérida, Venezuela en 1792. Sin embargo, Vicente Campo Elías se radicó en Trujillo, donde se dedicó al comercio despertando gran simpatía entre sus pobladores, y siendo elegido Síndico Procurador del Ayuntamiento de la misma. Por exigencias de su negocio, tuvo que establecerse en Mérida, y en el mismo 1800 casó con la hija de una de las personas más distinguidas de esta localidad. En virtud de las anteriores consideraciones, Campo Elías desempeñó la alcaldía de Mérida en 1805, y al año siguiente fue Diputado de la Junta de Consolidación. Campo Elías, herido gravemente, muere en el hospital de combate de San Mateo el 17 de marzo de 1814.

Eloy Palacios en su taller, 1874

Eloy Palacios nació en Maturín el 27 de Junio de 1847 en el ceno de una de las más acaudaladas familias orientales. Tal condición, así como su natural talento le permitió ser enviado a estudiar en Alemania a los 10 años de edad para pulir sus virtudes artísticas que le dieron gloria tanto en Europa como en Latinoamérica.
Él, regreso formalmente a Venezuela en 1873 con el sueño de fundar la Cátedra de Escultura de la Universidad Central de Venezuela, pero como nadie es profeta en su tierra, tuvo sus tropiezos. En 1874 el General Antonio Guzmán Blanco se sintió ofendió por una pintura que Palacios le hizo, lo cual motivo su partida a Trinidad, Costa Rica y otra vez Alemania en donde estableció su taller en 1877.
En fin, a pesar de mal rato Eloy Palacios no guardo rencor por Venezuela, mas bien fue todo lo contrario, pues allí están sus mas importantes obras. Entre ellas destacan: la estatua del Doctor Vargas del Hospital caraqueño de igual nombre, el Monumento del General Ribas de La Victoria (estado Aragua), la figura ecuestre de la Plaza Bolívar de Maracaibo (esatdo Zulia), la imagen del General Páez (Plaza Páez El Paraíso)  en Caracas y el Monumento a la Batalla de Carabobo, es decir La india del Paraíso en Caracas, la cual por su tendencia naturalista y simbolista en pro de la exaltación nacional fue la que lo inmortalizó, aún cuando el maestro maturinés murió el 12 de Diciembre de 1919 en La Habana, se convirtió en el escultor pionero en la iconografía de los próceres venezolanos.





Fuentes:  


Referencias
Antonio Núñez Jiménez (1994). Un Mundo Aparte: Aproximación a la Historia de América Latina y el Caribe. Madrid: Ediciones de la Torre, pp. 249. ISBN 84-7960-043-8.
Pérez Vila, Manuel. Batalla de La Victoria. Historia para nosotros.
Julián Fuentes-Figueroa Rodríguez (2003). La Segunda República de Venezuela (1812-1814). Caracas: Ediciones de la Presidencia de la República, pp. 122. ISBN 978-9-80030-330-6.
Donís Ríos, Manuel Alberto (2009). «Sotanas con fusiles y lanzas en mano». Revista El Desafío de la Historia Año 2 (1). Pág. 69.
Eduardo Blanco. Venezuela Heroica. Ed. Monte Ávila. Pág. 48-49.
Día de la Juventud www.efeméridesvenezolanas.com



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